Tony Huesman vivió sin problemas durante 31 años con el órgano de un donante. Padeció a los 51 años en Ohio El cáncer mató en Ohio a Tony Huesman, el hombre que batió el récord de vida, 31 años, con un corazón trasplantado, informó hoy su viuda.
Carol Huesman dijo que su esposo, que tenía 51 años, falleció el domingo por la noche y señaló que padecía “cáncer y diabetes”, pero que “lo crean o no, su corazón estaba fuerte. Nunca le falló hasta el final, cuando él ya no pudo más”.
Tony, que fue diagnosticado con una cardiomiopatía mientras cursaba la escuela secundaria, se sometió a un trasplante en 1978, en la Universidad de Stanford, en California, sólo once años después de que se practicara en Sudáfrica el primer trasplante del mundo.
Tras el trasplante, Huesman llevó a cabo una vida normal, se casó y trabajó como director de mercadotecnia en una tienda de artículos deportivos. Él mismo se autodefinió en una entrevista en el 2006 como “la prueba viviente” de que a pesar de tener una enfermedad muy grave, “se puede uno someter a una operación y regresar a la vida productiva”.
Huesman no fue el único de su familia que padeció esta grave afección cardíaca. También su hermana Linda la sufrió y se sometió a un trasplante de corazón en 1983. Pero el resultado no fue tan bueno y falleció en 1991 a los 29 años.
Tony Huesman promovió la Fundación “Huesman Heart” en Dayton, Ohio, que busca reducir la incidencia de las afecciones cardíacas graves en los niños.
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