Un pedido del Departamento de Policía de Los Ángeles evita que se conozcan resultados de exámenes practicados al cantante por el Departamento de Medicina Forense.Los resultados de la autopsia realizada a Michael Jackson permanecerán por ahora sellados como un secreto, a pedido del Departamento de la Policía de Los Ángeles (LAPD) cuya división de homicidio está investigando esta muerte, informó la institución policial.
Según un comunicado del LAPD, mantener la confidencialidad de los resultados de la autopsia "ayudará a mantener la integridad de la investigación y permitirá a los investigadores de la división de Robos y Homicidios del LAPD, así como a nuestros compañeros de las agencias federales, continuar con su investigación".
"El Departamento de Medicina Forense del Condado Los Angeles completó su investigación de la muerte de Michael Jackson", dijo el comunicado de la institución forense encargada desde el inicio de investigar las causas del paro cardiaco que sufrió el cantante el pasado 25 de junio, en una mansión alquilada en Los Ángeles.
"Para mantener la integridad de la investigación en curso, el Departamento de la Policía de Los Ángeles pidió que se mantuvieran en "una espera de seguridad" todos los documentos del Departamento Forense relacionados con la investigación de Jackson", agregó el comunicado.
Las autoridades forenses no mencionaron la fecha de una eventual divulgación de los resultados de los exámenes toxicológicos.
La muerte repentina del Rey del pop levantó todo tipo de especulaciones en la prensa y en su propio entorno familiar, donde llegaron a confirmar que el cantante sufría una adicción a los calmantes, sobre todo para lograr dormir bajo los efectos de anestesias.
La policía y agentes federales centraron su investigación en el último médico personal de Jackson, Conrad Murray, un cardiólogo que estaba junto al cantante de "Thriller" cuando colapsó.
Según un reporte anterior de la cadena CNN, la policía cree que Murray le administró al cantante vía intravenosa, en su casa, una dosis letal del anestésico propofol, comercializado bajo el nombre de Diprivan.
El propofol es utilizado en los hospitales para anestesiar a los pacientes antes de las operaciones de cirugía.
Según los expertos sólo puede ser administrado por un anestesista y bajo la supervisión rigurosa de las señales vitales con el apoyo de un equipo electrónico.
Hasta ahora los abogados de Murray insisten en su inocencia.
Las autoridades que realizan la investigación han reiterado que investigan a varios médicos para confirmar la supuesta adicción a los medicamentos del músico y si los médicos incurrieron en prácticas criminales.
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