Los padres de la menor Monika Sumaan afirman que su hija sufrió daños mentales, derivados de la enfermedad, por consumir alimentos en la cadena de comida rápida.El hecho ocurrió en 2005, cuando la niña tenía siete años. Según la denuncia, la pequeña ha sufrido daños mentales, derivados de la enfermedad, al punto de quedar confinada a una silla de ruedas, según informa el diario Times.
El abogado de la familia, Anthony Bartley, adelantó al juez Stepehn Rothman que oiría pruebas "inquietantes y bastante perturbadoras" sobre las prácticas realizadas en las cocinas de los KFC.
El letrado afirmó que no hay duda de que Monika desarrolló una intoxicación por salmonela. "Y hay poca o ninguna duda de que el pollo, en el momento en el que ocurrieron estos desgraciados acontecimientos, era la fuente de esa salmonela, según han demostrado todos los científicos", declaró.
La familia exige una reparación ascendente a 10 millones de dólares australianos (unos 8.4 dólares estadounidenses).
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