La escuadra de Marcello Lippi, no puede recuperar el paso tras la temprana eliminación de la Copa Confederaciones de Sudáfrica y su accionar deja mucho que desear. Italia dio hoy muestras de no terminar de emprender el camino hacia la recuperación del juego propio de una campeona del mundo durante el amistoso disputado con Suiza, partido que terminó con empate a cero y en el que los helvéticos plantaron cara a los italianos.
Si el seleccionador de Italia, Marcello Lippi, pedía en los últimos días un paso más veloz hacia la recuperación del equipo tras la Copa Confederaciones de Suráfrica, sus deseos no fueron cumplidos este miércoles sobre el terreno de juego del estadio Saint Jakob Park de la ciudad suiza de Basilea.
Y todo en un encuentro que será recordado, sobre todo, por el ex madridista Fabio Cannavaro, quien disputó este miércoles su partido número 127 con la selección absoluta de Italia, superando así las 126 citas del ex capitán del Milán Paolo Maldini que el napolitano había igualado en Suráfrica.
De hecho, poco antes del comienzo del encuentro, el propio Lippi, quien apuesta por dar un aire nuevo a su equipo con jóvenes jugadores, aseguraba que "Europa y el mundo deben quitarse el sombrero" ante el ex defensor madridista, de 35 años y quien esta temporada jugará de nuevo en la Liga italiana, con el Juventus.
Cannavaro y el resto de los "azzurri" llegaban al partido contra Suiza con la tranquilidad que da el hecho de no jugarse ningún título ni clasificación, pero con la presión de demostrar que lo sucedido en la pasada Copa Confederaciones de Suráfrica, en la que no pasaron de la primera ronda, fue una mera anécdota.
La selección de Lippi, actual campeona del mundo, sigue intentando encontrar su camino en esa transición que supone el cambio generacional de la selección ganadora del Mundial de Alemania de 2006 a un equipo renovado que sea capaz de reafirmarse en los éxitos internacionales.
Las miradas hacia esa renovación se centraban este miércoles en los debutantes Domenico Criscito, del Génova, y Claudio Marchisio, del Juventus, que comenzaron el encuentro con mucho ímpetu, pero que terminaron diluyéndose en la apatía del juego, con una Suiza que parecía dispuesta a dejarse hacer el partido.
El claro dominio italiano de los primeros compases del partido terminó esfumándose en los últimos minutos de la primera parte, sobre todo, tras la sustitución de Mauro Camoranesi, quien tuvo que ser reemplazado por Simone Pepe a la media hora de juego por molestias en el gemelo derecho tras un encuentro con un rival.
El primer cambio en Italia fue aprovechado por Suiza para intentar marcar, llegando a estar muy cerca en el travesaño de Tranquillo Barnetta. El suizo, de ascendencia italiana, fue uno de los que más complicaciones dio a los "azzurri", con una gran oportunidad de gol en los primeros compases de la segunda mitad.
De hecho, la segunda parte supuso la confirmación del aburrido tú a tú en el que terminó convirtiéndose el partido, con una Suiza que llegaba en un más que buen momento de juego, con el primer puesto compartido con Grecia en el Grupo 2 europeo en los clasificatorios para el Mundial de 2010.
Un tú a tú que terminó en empate a cero, pero que pudieron haberse llevado los helvéticos si Eren Derdiok hubiera rematado ante Buffon cuando se quedó solo ante el portero italiano a pocos minutos del final.
A pesar de los esfuerzos de los hombres del seleccionador suizo Ottmar Hitzfeld, las estadísticas seguirán diciendo lo mismo tras este partido: Suiza no derrota a Italia en un partido de la selección absoluta desde mayo de 1993, cuando en Berna el combinado helvético ganó al italiano, por 1-0.
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