La ONG Survival informó que se trata de miembros de la comunidad machiguenga, diagnosticados por las autoridades sanitarias del Cusco. Especialistas advierten que un contagio generalizado en esta población sería devastador. La institución explicó que los infectados son miembros de la comunidad machiguenga, radicada a lo largo del río Urubamba, diagnosticados con la enfermedad por las autoridades sanitarias del departamento de Cusco.
Este tipo de comunidades, subraya el documento, son particularmente vulnerables a esta variante de la gripe, porque sus miembros “tienen un sistema inmunológico pobre, viven en situaciones de pobreza y tienen una alta tasa de enfermedades crónicas, como la diabetes y las insuficiencias cardíacas”.
La ONG pone el ejemplo de los aborígenes australianos -una población con una tasa de esperanza de vida de entre 15 y 20 años menos que el resto de la población- que suman uno de cada 10 casos mortales por gripe AH1N1 en el país oceánico, pese a que no representan más del 5 por ciento de la población.
Otro ejemplo es Canadá, donde las comunidades indias de Manitoba han registrado tasas de infección de 130 individuos por cada 100.000, frente a los 24 de cada 100.000 en el conjunto del país.
Glenn Shepard, antropólogo experto en los indios machiguenga, manifestó que la llegada de la gripe AH1N1 a esta comunidad “es especialmente preocupante, porque tienen contactos esporádicos con grupos aislados de indígenas que viven cerca”.
El profesor de Medicina de la Universidad de Bristol, Stafford Lightman, subrayó que estas comunidades sin contacto habitual con el mundo exterior “no tienen un sistema inmunológico preparado para hacer frente a las enfermedades infecciosas que circulan en nuestra sociedad industrial”.
Un contagio generalizado, advirtió el profesor Lightman, “será devastador porque infectará simultáneamente a comunidades enteras, lo que impedirá que quede gente en condiciones de cuidar a los demás o de tareas básicas como preparar la comida”.
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