La violencia contra los chiíes vuelve a las calles el día que los musulmanes lo dedican a la oración. Más de 50 personas resultaron heridas. Los atentados fueron perpetrados cuando los fieles salían de las mezquitas tras cumplir con las oraciones del viernes.
Las fuentes dijeron a Efe que el mayor número de muertos se produjo a las afueras de la mezquita de Al Sharufi, en el noreste de Bagdad, donde perecieron 21 personas y otras 35 resultaron heridas.
Las otras cuatro explosiones se registraron en distintos puntos de Bagdad y sus alrededores. Todas ellas estaban dirigidas contra mezquitas chiíes y parecían estar programadas para que se produjeran a la misma hora.
Los chiíes representan el 65 por ciento de la población de Irak, de unos 26 millones de habitantes. Estas explosiones despiertan temores de que estalle en Irak una nueva ola de violencia sectaria similar a la del 2006, cuando el país estuvo al borde de la guerra civil tras el atentado contra la mezquita chií de Samarra, unos 100 kilómetros al norte de Bagdad.
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