El mandatario estimó que se aprobarse la iniciativa, la población tendría la posibilidad de expresarse sobre la labor de los congresistas. El presidente de la República, Alan García Pérez, negó que su propuesta de renovación parcial del Congreso de la República a la mitad del mandato legislativo origine que los parlamentarios no se enfoquen en su labor y prioricen las actividades electorales.
En declaraciones a la prensa, el mandatario estimó que se aprobarse la iniciativa, la población tendría la posibilidad de expresarse sobre la labor de los congresistas.
"Es una visión pesimista (pensar) de que las cosas siempre van para mal (en referencia a quienes critican ésta propuesta). "El Gobierno y el Parlamento tienen un camino más claro al saber que es lo que está pensando el pueblo", sostuvo García, quien descartó también que la renovación del Legislativo genere inestabilidad al Poder Ejecutivo.
El jefe del Estado agregó que "lo que quiero que en vez de hacer encuestas cada semana el pueblo decida, el pueblo tenga participación concreta renovando la mitad de su Congreso. Las encuestas son eventuales, momentáneas y finalmente no tienen mayor impacto. Un Parlamento renovado por la mitad naturalmente sí puede cambiar de opinión y censurar a un ministro".
De otro lado, Alan García negó cualquier tipo de presión política por parte del Gobierno al Tribunal Constitucional para que falle en contra del pedido de excarcelación del cabecilla etnocacerista Antauro Humala, procesado por la muerte de cuatro policías durante la toma de la Comisaría de Andahuaylas ocurrida en el 2005.
"El Tribunal Constitucional tomó conciencia de las graves consecuencias sociales que habría generado la liberación de personas procesadas por la muerte de policías. Hubiese tenido un pésimo efecto ante la opinión pública", sostuvo García.
El mandatario consideró que la posibilidad de levantar la suspensión a los siete congresistas humalistas sancionados por generar desorden durante la sesión plenaria en el que se debatió la protesta amazónica, sería una medida positiva.
"Si me pregunta a mí, no es un pecado mortal. Digamos que es un pecado de escándalo e indisciplina. Pensemos en articular, en concertar y conciliar", enfatizó el presidente quien aclaró que la decisión final sobre el particular le corresponde al Congreso de la República.
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